Santiago de Compostela, 19 de mayo de 2022. El Consejo Asesor Internacional de Cefalópodos (CIAC), organismo creado en 1983 para asesorar en la investigación sobre cefalópodos, ha elegido a Ángel F. González, investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), como su presidente para los próximos tres años.

Es la primera vez que un español accede a este cargo, ocupado anteriormente por científicos de reconocida trayectoria en las investigaciones sobre cefalópodos, tales como Malcolm R. Clarke (The Laboratory, Marine Biological Association of the United Kingdom), Katharina M. Mangold (Université Pierre et Marie Curie, Francia), Ronald K. O’Dor (Dalhouse University, Canada), Frederic G. Hochberg (Santa Barbara Museum of Natural History, USA) o Chun C. Lu (National Chung Hsing University, Taiwan).

El rápido aumento de la importancia de los cefalópodos en las pesquerías mundiales desde principios de 1970 motivó a un grupo de investigadores la creación de CIAC. Entre sus cometidos figura la celebración de simposios –hasta la fecha, se han celebrado 13- en los que se presenten y publiquen los resultados más relevantes de las investigaciones sobre este grupo de moluscos marinos, así como las líneas de investigación futuras, aplicando nuevas y prometedoras tecnologías. Precisamente uno de estos simposios tuvo lugar en Vigo en el año 2009, reuniendo a más de 250 científicos de 27 países con estudios sobre sistemática, fisiología, genética, ecología, parasitología, etología, cultivo y pesquerías, explica Ángel F. González, quien añade que “entre los objetivos de CIAC destaca estimular, acelerar e influir en la dirección de la investigación sobre cefalópodos, brindando ayuda y asesoramiento sobre los principales aspectos relacionados con la biología de las especies, entre los que figura la ordenación de sus pesquerías a escala global”.

En la actualidad, CIAC cuenta con más de 600 integrantes. Se estima que en sus iniciativas han participado más de 5.000 estudiantes y 2.000 investigadores.

El investigador, Ángel F. González

Ángel F. González (Vigo, 1966) es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Navarra (1991) y doctor en Biología por la Universidad de Vigo (1994).  Desde 2007, es el jefe del grupo Ecología y Biodiversidad Marina del IIM. Autor de una docena de libros y más de 160 artículos indexados, ha realizado más de 160 presentaciones a congresos y ha dirigido diez tesis doctorales sobre cefalópodos.  Premio de la Real Academia Gallega de las Ciencias al mejor trabajo de investigación (2016).

 Su investigación se ha encaminado a desarrollar una línea de trabajo en ecología marina, eligiendo los cefalópodos como objeto de estudio principal debido a la importancia comercial de este recurso a nivel mundial y por ser considerados una alternativa real a los peces, así como a las particulares características de su ciclo de vida, que les convierte en modelos ideales para estudiar la influencia del ambiente en sus variaciones interanuales de biomasa.

“Desde el comienzo de mi tesis doctoral, mi objetivo se dirigió al conocimiento de la influencia de los factores ambientales en las variaciones de abundancia de los recursos de cefalópodos. Posteriormente, tuve la oportunidad de trabajar en dos centros punteros a nivel mundial -Graduate School of Oceanography de la Universidad de Rhode Island USA y el British Antarctic Survey (NERC) de Cambridge (Reino Unido), que abordaban una ordenación pesquera sobre dos de los tres recursos de cefalópodos más importantes a escala global, y en los que España tenía intereses pesqueros. En estos centros amplié mis conocimientos sobre la influencia de las condiciones atmosférico-oceanográficas sobre los recursos de cefalópodos”, explica Ángel F. González.

“Desde 1998 he centrado mis investigaciones en establecer un nexo real y multidisciplinar entre la oceanografía y los recursos de cefalópodos, eligiendo para ello, por su importancia socio-económica, el pulpo común (Octopus vulgaris) y las aguas de Galicia, debido a la presencia de una importante zona de puesta de esta especie, la existencia de explotaciones estables y la presencia de episodios de afloramiento estacional que modularían las condiciones hidrográficas para que la etapa más susceptible de su desarrollo -sus larvas planctónicas- tengan las condiciones óptimas para sobrevivir”, señala.

Entre los logros que ha alcanzado en sus investigaciones figuran el conocimiento, por primera vez, de la influencia de los factores atmosférico-oceánicos en la distribución espacial y temporal de las larvas de pulpo común en la naturaleza, así como la inclusión de un factor importante en los modelos: la ecología trófica de las larvas del pulpo en la naturaleza a partir de estudios pioneros utilizando técnicas moleculares, lo que por primera vez que se aplicaba en larvas de cefalópodos. Estos trabajos incorporan la apertura de un nuevo campo de estudio, el mesozooplancton.

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