Santiago de Compostela, viernes 15 de septiembre de 2023. Personal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), de los Centros Oceanográficos de Baleares y Vigo del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), participó en un estudio liderazgo desde la UVigo sobre bioturbulencia en la costa de Bueu, cuyos resultados se publicaron en Nature Geoscience en 2022, y que fue distinguido con el premio Ig Nobel, de la revista Annals of Improbable Research  para reconocer aquellas investigaciones que “primero hacen reír a la gente y después pensar”.

“Este trabajo ha sido posible gracias a la colaboración entre instituciones y a un enfoque multidisciplinar que combina aproximaciones metodológicas diversas en los campos de la física y la biología. Tiene un componente detectivesco dado que fue necesario esclarecer qué agentes y procesos eran los causantes de los incrementos de turbulencia. Para esto se hizo uso de la ecosonda acústica instalada en el buque oceanográfico Ramón Margalef del IEO, que registró ecos concurrentes con los incrementos de turbulencia atribuibles a agregaciones de pequeños peces pelágicos, y los muestreos de plancton que permitieron colegir que dicha turbulencia era generada por la actividad reproductora de los cardúmenes de anchoa presentes en la zona de estudio” señalan Marian Peña y Enrique Nogueira, investigadores del IEO participantes en el estudio.

La investigadora principal del proyecto Remedios, en el marco del cual se desarrolló el estudio, es Beatriz Mouriño, del CIM-UVigo, quien destaca que que “todo o equipo está moi contento, porque o galardón débese a que o estudo xera un interese máis aló da comunidade científica especializada”. “Esta é unha oportunidade marabillosa para difundilo máis e para que teña máis alcance”. La científica reconoce que, aunque en sus inicios estos premios eran controvertidos, fueron evolucionando “e hoxe en día teñen un gran recoñecemento como unha ferramenta de comunicación científica e, de feito, o ano pasado recibiron un premio dunha institución austríaca polo seu labor a prol da comunicación científica. Contan co apoio de institucións como Harvard, o MIT ou o Imperial College e son entregados por premios Nobel. De feito, algún dos investigadores distinguidos co IG Nobel, anos máis tarde acabaron gañando o Nobel na súa disciplina.

Miguel Gil Coto, investigador en el grupo de Procesos Oceánicos del IIM-CSIC, apunta que “non recordaba que eran os Ig Nobel, tiven que buscar información sobre eles para recoñecelos novamente, e rinme moito, fixéronme feliz. É un recoñecemento máis ao noso traballo que, dende a sátira e sen ningún rédito económico, lanza a mensaxe de que a ciencia pode facer rir aos científicos e sociedade. Os científicos comezan pensando moito para acabar rindo, tamén de si mesmos, e a sociedade acaba pensando despois de rir moito. É o máis cerca que poremos estar, involuntaria pero con orgullo, dos grandes pallasos. Estou contento de que a nosa investigación contribúa tamén a esta idea: que a ciencia que producimos, dende a rigorosidade e a responsabilidade, poda xerar o mesmo tempo sentimentos como a ledicia e a curiosidade».

Por su parte, Esperanza Broullón, actualmente parte del IIM-CSIC pero afiliada al CIM de la UVigo en el momento del estudio, destaca que “a verdade é que ao principio non sabía moi ben como sentirme pero despois de ver a reacción doutros autores do traballo a verdade é que estou moi contenta. Non todo o mundo pode dicir que ten un Ig Nobel».

El artículo, Intense upper ocean mixing due to large aggregations of spawning fish, tiene como primer autor a Bieito Fernández Castro (Univesidad de Southhampton e IIM-CSIC) con Marian Peña y Enrique Nogueira del IEO y Miguel Gil Coto del (IIM como el resto de participantes del Consejo. Participa también personal del Swiss Federal Institute of Aquatic Science and Technology (Suiza) y del Centro de Investigación Marina de la Universidade de Vigo.

“Refuerza la idea de que la bioturbulencia marina, la turbulencia creada por los ser vivos como los pescados, es un factor a tener en cuenta en la mezcla de aguas con diferentes temperaturas, oxigenación y nutrientes. El estudio observó este fenómeno durante sus estudios en la ría de Pontevedra, frente a costa de Bueu, en verano del 2018. Usando perfiladores de microestrutura, se descubrió que, entre el atardecer y el amanecer, la turbulencia entre los 10 y los 30 metros de profundidad era muy intensa, comparable a la generada por una treboada en superficie”, explican los autores del estudio.

“Gracias al uso de ondas acústicas y las muestras de huevos recogidas con redes, se pudo demostrar que la turbulencia se debía la cardumes de anchoas europeas, Engraulis encrascicolus, que generan esta turbulencia con los movimientos realizados durante la puesta y fertilización de los huevos”, añaden.

Los Ig-Nobel nacen con el objetivo de honrar trabajos científicos serios pero que pueden resultar curiosos, inusuales, o aparentemente absurdos, por parte del público general o de la propia comunidad científica.  Buscan destacar trabajos científicos “que hagan a la gente reír, y después pensar”, ya que “mucha ciencia de calidad es atacada por su absurdidad y mucha mala ciencia es reverenciada a pesar de su absurdeza”.

Se otorgan anualmente desde 1991, con 10 trabajos premiados en cada edición.

Este año la ceremonia de entrega se celebrará con un evento exclusivamente online, hoy, 14 de septiembre de 2023, a las 18h (horario de verano de la costa este de los EUA – EDT) – medianoche (00:00h) hora española. Posteriormente, habrá dos ceremonias presencias de entrega de premios el 11 de noviembre en el Massachusets Institute of Techonolgy (MIT) en Boston, y el 18 de noviembre en el Imperial College de Londres.

 

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